sábado, diciembre 31, 2005
Suerte
La gente que me conoce se hace cruces de cómo puede alguien tan aparentemente y insultantemente racional como yo pueda llegarse a obsesionar con el tema de la suerte. Pues sí, pienso que la suerte decide nusestras vidas. Evidentemente, nuestras decisiones también tienen mucho que ver al respecto: ya sabemos las frases hechas que dicen que cada una de nuestras decisiones marca nuestro camino, que cada uno elige, consciente o incoscientemente, su propio destino, bla, bla, bla, bla. Lo que querais. Pero la suerte es, la que al fin y al cabo, decide nuestras vidas.
Pero no me refiero, ojo, al azar; esto es, a la de que te toque la loteria, de que el banco te ingrese más intereses de la cuenta o de encontrar un piso a precio mínimamente decente. No. No me refiero a esa suerte. Ni me refiero a no pasar por debajo de una escalera, no derramar la sal o no vestir de amarillo o salir de casa el día 13. Me la sudan esas gilipolleces. Me refiero a la suerte de las rutinas, del día a día. El otro día vi una peli, The Cooler, que hablaba de un tipo gafe y reflejaba muy bien lo que quiero decir. La suerte de no pillar una enfermedad que, hubieras tomado cualquier decisión, habrías pillado igual. La suerte de no haber de aguantar el dolor que te produce el sufrimiento y la muerte de tus seres queridos. La suerte de que no te peguen una hostia con el coche y te dejen parapléjico de por vida. La suerte de que el amor que te mereces te sea correspondido, simplemente; con sus más y sus menos, pero correspondido. O la suerte en temas aparentemente nimios pero que te hunden poquito a poquito: que no se haya acabado el rollo de papel de vater; que siempre que llegues a la estación no se acabe de ir el tren que, casualmente, va con cinco minutos de adelanto; la suerte de que no te caiga una tormenta el día que más encargops tiene que hacer. En esos aspectos, tus decisiones importan un comino. Y mi racionalidad se va al traste cuando pasan cosas tan ilógicas y tan desafortunadas que no les encuentro explicación razonable, ni manera de haberlas evitado. Lo que me hace pensar que, al fin y al cabo, quizá si que sea verdad que la vida nos da las cartas y nosotros hemos de jugarlas, pero al final, juguemos como juguemos, el resultado va a ser el mismo. En algun post anterior he dicho que la vida es una broma de mal gusto. Para mí, este año, ha sido un aprendizaje que no me ha hecho ni puta gracia. Lo siento.
Pero bueno, también me han pasado cosas buenas, que estas sí que me he trabajado yo. Mi pareja todavía me soporta, lo cual es admirable. He reencontrado la amistad con viejos amigos a los que creía dejados al borde del camino. He cumplido uno de mis sueños, por muy tonto que parezca: he asistido a un concierto de mi grupo favorito. Una tontería, a simple vista, pero fueron las dos horas que más me han llenado de todo el año. Todavía trabajo en lo que me gusta. Mis amigos me siguen queriendo y mi familia va tirando. He conocido a gente nueva maravillosa.
¿Por qué no puede haber un mínimo de concordancia en las emociones que se despiertan en nuestra vida? ¿Por qué las alegrías siempre parecen menores que la magnitud de las tristezas? ¿Por qué la muerte, el sufrimiento, la enfermedad?Curiosamente, cuanto mayor me hago no sé si soy más fría o tengo las espaldas más anchas, pero ya nada me duele tanto. Pero me da miedo que las cosas tomen la tóbica que han tomado este año.
Así que, hablando mal y pronto, a tomar por culo el 2005. Que se vaya a la puta mierda. Que no quede ni en el recuerdo. Y feliz 2006 a todos. De todo corazón.
sábado, diciembre 10, 2005
Aplausos.
Hoy aplaudo al nuevo Nobel de literatura, Harold Pinter. Obrero de nacimiento y de convicción y práctica, el tío, postrado en una silla de ruedas con un cáncer casi terminal tuvo los santos huevos de cagarse en Bush, en los americanos, en Blair y en la madre que los parió ante el jeto atónito de la panda de lameculos más peligrosa del planeta: los intelectuales (otro día explicaré mi especial devoción por este sector social). Y sólo por eso, me levanto, me quito el sombrero y le aplaudo. Todo esto, sin dejar de lado que es el último dramaturgo bueno que queda.
Sí señor. Falta nos haría más gente como él en el mundo. La revolución no se acaba con la edad y el acomodatismo. La lástima es que se nos mueren, se nos van, sin nadie con suficientemente clase como para cojer su relevo.
Qué pena.
domingo, diciembre 04, 2005
Pausa-still.
Cosas intolerables I: la pena de muerte.
Esta semana pasada me he cansado de leer y escuchar titulares acerca de una estremecedora "celebración": la ejecución número 1.000 de un reo americano. Y me vienen a la cabeza miles de cosas, de palabras, de conceptos. Hispano, negro, inocente, familia, soledad, corredor, miedo, morbo, nervios, asesinato. Y los americanos tan contentos y orgullosos, como si fueran el modelo de algo, o de alguien. Siempre callando y bajando la cabeza. Siempre encegados en su patria y en su egolatría. Simepre comportandose como americanos.
Y dejo lo políticamente correcto a un lado (es decir, transgredo la norma; revolución; anormalidad; esas cosas que hacen que la vida tenga sentido: hacer lo que no toca cuando no toca, y equivocarse, y pensar en lo que hay más allá, en lo que nuestros ojos no pueden ver) y creo que lo intolerable no son las cosas, ni los actos; sino determinadas personas. Especialmente determinadas personas americanas.
He rescatado este texto de León de Aranoa del olvido. Pese a que fue escrito hace cinco años, está de rabiosa actualidad. Por desgracia.
"Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego". Mahatma Gandhi.
Ahora quiero hablaros de Bud. Escucha a unos y a otras con el aire intruso, sobre las rodillas una carpeta azul, de estudiante, que agarra como si contuviera su vida entera. Le une a los reunidos un conocimiento profundo, involuntario, del dolor, aunque su aprendizaje lo realizara en otras escuelas. Su hija Julie tenía 23 años cuando murió junto a decenas de personas en un atentado contra un edificio federal, en Oklahoma City. Su asesino está hoy condenado a muerte. Bud cuenta entonces cómo cada vez que aparecía una noticia sobre el caso cambiaba de canal para no verla. Pero un día llegó tarde. Tres segundos. Lo suficiente para ver en su casa, acosado por las cámaras, al padre del terrorista. Dice Bud que lo que vio en él fue a un hombre partido por el dolor. Que en realidad se vio a sí mismo.
Fue a visitarle. Caminaron durante una hora por su pequeño huerto, hablaron de plantas y de hortalizas. Entonces apareció la otra hija de aquel hombre. Salía de la casa cuando encontró allí a Bud. Su padre le explicó quién era, por qué había ido a visitarles, y la chica sólo supo abrazarle, abrazarle y llorar. A él todavía le tiembla el alma cuando recuerda aquel abrazo, aquel dolor compartido. Entonces las emociones se le enredan en el cuello, estrangulando las palabras. Por eso Bud se toma un momento, respira, mira a los niños que juegan afuera. Y pordría parecer que piensa en ellos cuando dice, porque lo dice mirándoles, que la pena de muerte multiplica el número de víctimas. Por eso él, desde aquel abrazo, camina los Estados, los debates y las universidades para contar su caso y exigir que no se mate, al menos no en su nombre, no en el nombre de las víctimas, ni en el de sus familiares. Y lo hace con su carpeta azul agarrada, que contiene de verdad su vida entera. De ella saca fotografías de su hija, y mostrándoselas a los reunidos la hace otra vez joven, otra vez hermosa.
FERNANDO LEÓN DE ARANOA, publicado en El País el 8/10/00
Abelenda. El Abelendario. Planeta, Barcelona, 1972
jueves, diciembre 01, 2005
miércoles, noviembre 30, 2005
Celebración de la amistad
En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
Eduardo Galeano
El libro de los abrazos
martes, noviembre 29, 2005
Ser mujer.
Siempre he pensado que las que han iniciado las revoluciones más importantes de la historia han sido las mujeres.
Y lo que les queda por revolucionar. (fotos de Marc Riboud y Eugene Smith, respectivamente).
This is my world.
This is a woman's world
For this man's girl.
There ain't a woman in this world,
Not a woman or a little girl,
That can't deliver love
In a man's world.
lunes, noviembre 28, 2005
Parlem de tu
LLETRA A DOLORS
Em costa imaginar-te absent per sempre.
Tants de records de tu se m'acumulen
que ni deixen espai a la tristesa
i et visc intensament sense tenir-te.
No vull parlar-te amb veu melangiosa,
la teva mort no em crema les entranyes,
ni m'angoixa, ni em lleva el goig de viure;
em dol saber que no podrem partir-nos
mai més el pa, ni fer-nos companyia;
però d'aquest dolor en trec la força
per escriure aquests mots i recordar-te.
Més tenaçment que mai, m'esforço a créixer
sabent que tu creixes amb mi: projectes,
il.lusions, desigs, prenen volada
per tu i amb tu, per molt distants que et siguin,
i amb tu i per tu somnio d'acomplir-los.
Te'm fas present en les petites coses
i és en elles que et penso i que t'evoco,
segur com mai que l'única esperança
de sobreviure és estimar amb prou força
per convertir tot el que fem en vida
i acréixer l'esperança i la bellesa.
Tu ja no hi ets i floriran les roses,
maduraran els blats i el vent tal volta
desvetllarà secretes melodies;
tu ja no hi ets i el temps ara em transcorre
entre el record de tu, que m'acompanyes,
i aquell esforç, que prou que coneixes,
de persistir quan res no ens és propici.
Des d'aquests mots molt tendrament et penso
mentre la tarda suaument declina.
Tots els colors proclamen vida nova
i jo la visc, i en tu se'm representa
sorprenentment vibrant i harmoniosa.
No tornaràs mai més, però perdures
en les coses i en mi de tal manera
que em costa imaginar-se absent per sempre.
Miquel Martí i Pol
LLIBRE D'ABSÈNCIES
jueves, noviembre 24, 2005
martes, noviembre 22, 2005
lunes, noviembre 21, 2005
30 años más libres.
Se van llevando la memoria,
queda en la historia una mancha, un borrón.
Mientras el resto sufre amnesia,
un viejo recuerda una canción,
de aquella lejana batalla donde pudo morir,
en una guerra no ganada,
a veces me pregunta por ti.
Se cree aún en la trinchera,
otra bandera, de otro color,
solemne en su viento ondea,
sobre la cima y en su salón.
A veces habla con fantasmas
de cuyo nombre se olvidó.
Vencidos, nunca regresaron
de su exilio interior.
Ni un momento, ni un recuerdo,
para los que perdieron, los que construyeron
la tumba, el mausoleo,
de la miseria, del carnicero.
¿Cómo esperas ganar sin ellos
las batallas que anteriormente perdieron?
Si han de callar, que callen aquellos,
los que firmaron pactos de silencio.
Tratan de convencerle, abuelo,
las explosiones han terminado.
Pero cuando sale a la calle,
Madrid parece bombardeado.
Y lee escritos en los muros,
gritos contra los que luchó,
y personajes de rostro oscuro
que le inculcaron el terror.
Y un día, sin darnos cuenta,
el viejo, con sus historias, se consumió
Y en la memoria de su nieto
sólo una huella, un leve borrón,
de aquella lejana batalla,
donde pudo morir,en una guerra no ganada
donde luchó por ti.
Donde luchó por ti.
27 años en las espaldas
Bueno, pues como es mi cumpleños, y no es un de los mejores que he tenido, me autofelicito yo misma.
Para el año que viene, sólo espero salud. Pa mí y pa los míos.Y me autodedico la canción que estoy ahora mismo escuchando. Una no muy conocida, pero con la que me autoidentifico mucho.Como podeis ver, este post está rellano de "autos". Y es que, en este cumpleños, no me apetece estar con nadie. Sólo conmigo misma.Los años pasan, pero nunca dejamos de aprender.Y yo he aprendido muchas cosas este año. Demasiadas para hacerlo en compañía.
NATASHA BEDINGFIELD
"Unwritten"
I am unwritten, can't read my mind, I'm undefined
I'm just beginning, the pen's in my hand, ending unplanned
Staring at the blank page before you
Open up the dirty window
Let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
So close you can almost taste it
Release your inhibitions
Feel the rain on your skin
No one else can feel it for you
Only you can let it in
No one else, no one else
Can speak the words on your lips
Drench yourself in words unspoken
Live your life with arms wide open
Today is where your book begins
The rest is still unwritten
Oh, oh, oh
I break tradition, sometimes my tries, are outside the lines
We've been conditioned to not make mistakes, but I can't live that way
Staring at the blank page before you
Open up the dirty window
Let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
So close you can almost taste it
Release your inhibitions
Feel the rain on your skin
No one else can feel it for you
Only you can let it in
No one else, no one else
Can speak the words on your lips
Drench yourself in words unspoken
Live your life with arms wide open
Today is where your book begins
Feel the rain on your skin
No one else can feel it for you
Only you can let it in
No one else, no one else
Can speak the words on your lips
Drench yourself in words unspoken
Live your life with arms wide open
Today is where your book begins
The rest is still unwritten
Staring at the blank page before you
Open up the dirty window
Let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
So close you can almost taste it
Release your inhibitions
Feel the rain on your skin
No one else can feel it for you
Only you can let it in
No one else, no one else
Can speak the words on your lips
Drench yourself in words unspoken
Live your life with arms wide open
Today is where your book begins
Feel the rain on your skin
No one else can feel it for you
Only you can let it in
No one else, no one else
Can speak the words on your lips
Drench yourself in words unspoken
Live your life with arms wide open
Today is where your book begins
The rest is still unwritten
The rest is still unwritten
The rest is still unwritten
Oh, yeah, yeah
Sobre Ronaldinho.
En fin. Pues eso. Un mago del balón, que además siempre sonríe. Lo cual se agradece, en estos tiempos.
El Balón de Ronaldinho
JULIO CÉSAR IGLESIAS
EL PAÍS - Deportes - 21-11-2005
La revista France Football concederá el próximo lunes su Balón de Oro y nos dirá lo que ya sabíamos: Ronaldinho es un juguete mecánico gobernado por un duende.
En la figura de este muñeco, armado en las misteriosas fraguas del Olimpo, coinciden dos propiedades del metal incandescente: una manera de agrupar las fibras y otra de combinar las articulaciones. Cuando arranca, movido por una violenta energía que procede del fondo de las células, la tensión recorre su cuerpo, tac, tac, tac, en una medida secuencia matemática. Es, de los pies a la cabeza, una lustrosa escultura en la que cada grupo muscular sucede al anterior y encaja en el siguiente con el inconfundible piñoneo de los autómatas.
Esa hinchazón atlética que permite distinguir las piezas de la maquinaria a través de la piel no limita su repertorio, pero impone a sus movimientos un punto de tosquedad. Por eso su estilo provoca sugestiones contradictorias en el espectador: sus potentes aplomos nos hacen pensar en un tractor de competición, pero sus quiebros, piruetas y torbellinos tienen el brillo azulado de la llama del soplete. Es una mezcla, por supuesto explosiva, de dureza y de calor.
Animado por sus genes brasileños, su juego tiene además el factor garrincha, un veneno hereditario cuyos efectos son imprevisibles: a veces ataca las neuronas, a veces violenta las rodillas y a veces desarma la cintura del contrario. Podemos explicar este fenómeno de dos maneras: o se trata de un legado natural o de un elaborado producto de escuela. Sabemos que, como en las carreras de relevos, el último talento de la lista aprovecha los avances de su antecesor: si el que llega pierde velocidad, quien recibe el testigo acelera. En la línea sucesoria es imposible concebir a Pelé sin Coutinho, a Tostao sin Pelé, a Zico sin Tostao, a Romario sin Zico, a Ronaldo sin Romario y a Ronaldinho sin Ronaldo; como es imposible concebir a Robinho sin Ronaldinho.
Con independencia de modas y debilidades, nunca recibe el balón dorado un mal futbolista. Sin embargo, algunos de los premiados, llámense Mathias Sammer, Pavel Nedved o Andrei Shevchenko, son en realidad aves de paso; seres que se transforman, dos años más tarde, en una memoria vaga de lo que el viento se llevó.
En cambio, Ronaldinho es emisario de una estirpe de deportistas superiores. Un enviado especial en el que se suman las condiciones del heredero y el precursor.
Sus venas conducen el pasado y el futuro.
Llevan oro líquido, fútbol de fundición.
viernes, noviembre 18, 2005
Si es que no hay nada como quitarse la venda de los ojos para aprender a mirar.
NACIONALIDADES
Juan José Millás
Lo diré sin ambages (qué rayos querrá decir ambages): si yo dispusiera de un nacionalismo alternativo que me protegiera del nacionalismo casposo, inculto, pendenciero y sudado del PP, me refugiaría bajo su techo hasta que pasara esta tormenta histórica. Y eso que no soy nacionalista. Dejen, pues, de echarse la culpa unos a otros por el ascenso de ERC en las elecciones catalanas. Si no hubiera más remedio que pertenecer a una nación, yo no sé a cuál me apuntaría, pero sí de la que saldría huyendo como de la peste: de la España rencorosa de Aznar, de la España taimada de Rajoy, de la España mentirosa de Arenas, de la España matona de Cascos, de la España agresiva de Ana de Palacio, de la España meapilas de Michavila o Acebes, de la España machista de Zaplana, de la España tétrica de Fraga Iribarne, de la engominada de Piqué... Si la tensión con los llamados nacionalismos periféricos no ha hecho más que aumentar a la sombra de la mayoría absoluta del PP, quizá sea porque a veces no sabemos lo que queremos, pero tenemos muy claro lo que no y lo expresamos de ese modo.
Perdón por ser catalana
Yo soy catalán, sí, y sólo espero que las cosas vayan bien en todos los aspectos de la vida. Sólo espero (sigo haciéndolo cada día) que el ser humano o lo que queda de él, trabaje por un mundo mejor. Más justo, menos competitivo y excluyente con los que no tuvieron la suerte de nacer en un punto, llamémosle rico del planeta. Para desear lo que acabo de decir, uno puede ser catalán, gallego, croata, venezolano o de ninguna parte. Hay gente que no se siente de ninguna parte. Hoy, he empezado denominándome catalán a causa del enorme e incompresible chaparrón político que se ha desatado sobre nuestras cabezas, como si no hubiera temas importantes. Con motivo de la ya famosa propuesta del Estatut (que nadie ha leído), se ha recrudecido y hasta envenenado el eterno debate sobre nuestros DNI, los supuestos sentimientos de patriotismo y ese tipo de cosas que no nos importan a la gente de la calle. Dado que ésta es una sociedad mediática apabullante, los presuntos periodistas y sus grupos ejercen de jueces en lugar de informadores. Predisponen en lugar de servir las noticias.
Así es como se oscurece el clima y se cambian la palabra "debate", por "crisis" o "debacle nacional". La derecha se apunta al carro de la crispación y demuestra que no sabe vivir en la oposición. No tiene ideología. Sólo pretende recuperar el control del "chiringito". Y, para eso, cuanto más grande e incuestionable sea el "chiringuito" nacional pues mejor. A la derecha, le trae al fresco la modernidad y la evolución del estado. Si pudiera, ni se hablaría de éso. Como si callar, eliminara el problema. Los políticos, en general, enfocan los temas con torpeza, se les escapan de las manos y generan la inquietante sensación de que "tenemos un problema". Bueno, pues yo no tengo ni quiero tener problemas de este tipo. Yo exijo que el estado aplique todos sus mecanismos legales y reguladores para eliminar el conflicto de nuestra vida cotidiana. Somos libres. Nos gestionamos así y el miedo, el oscurantismo y los apocalípticos deberían estar prohibidos. Porque no es sano, ni moderno, ni democrático. Todos aquellos, los que sean, que aviven el fuego de la controversia, deberían verse en un espejo y contemplar sus aspectos de hechiceros de la tribu.
Si Catalunya quiere un nuevo estatuto, ¿qué vamos a hacer? Pues lo que dice la ley. Esperar a que el Parlamento español se pronuncie y considerar todas las declaraciones vertidas durante el proceso como un elemento más del juego democrático. De nada sirve juzgarlas por separado. De nada sirve ensalzar a los radicales, ni demonizar a los que discrepan, ni ridiculizar al gobierno. Bueno, sí. Sirve para cargarse al estado. Aquí, donde yo vivo, nadie quiere ofender a nadie. Nadie quiere enfrentamientos porque las heridas del pasado son demasiado dolorosas como para desear reabrirlas.
¿Unidad Nacional? Estaremos unidos si respetamos nuestras diferencias e identidades, conservadas con esfuerzo y alguna tragedia a través de los siglos. Si nos sentamos en una mesa a construir la España del siglo XXI, conseguiremos erradicar esa sensación de pantano agrietado que amenaza con llevarse por delante tantos años de poso común.
Los tiempos cambian y los pueblos que conforman el Estado español son más listos, avanzados y orgullosos. ¿Que hay de malo en eso? El orgullo sumado nos hará más fuertes. Nos plantará ante Europa como un pulpo de tentáculos rápidos y musculosos y no como un cangrejo con boina que camina hacia atrás y no ve el progresos aunque lo tenga delante de sus narices.
Soy catalán. Mis padres emigraron desde Andalucía tras una guerra fraticida. Mi jefe es italiano y vive en Madrid. Uno de mis mejores amigos es de Chamberí. Su hija nació en China. Mis parientes se reparten por Valencia, Murcia y Galícia. Mi compañera de trabajo nació en New York. Toda esa gente, ahora y aquí, pedimos políticos a la altura de las circunstancias que negocien nuestro futuro con sentido común y profesionalidad.
jueves, noviembre 17, 2005
Novatadas.
Primera conexión con la unidad móvil a solas mientras la jefa de prensa de la Delegació no se separa de mí; se me acaban las pilas de la grabadora; se me acaba la cinta, me he olvidado el cable del micro y me tengo que pasar el acto pegada a un altavoz; se me caen los papeles, no me entra un corte de voz, me atasco en un párrafo y encima me sacan en el informativo comarcal. Pero cuando llego a la radio me dicen que todo ha salido perfecto. Así que me compro un trapito para premiarme y me meto en la cama, a ver si se me pasa este amago de gripe (que no aviar, espero).
Y mañana será otro día.
domingo, noviembre 13, 2005
A los que luchan
Bertolt Bretch
Los hay que luchan, día tras día, y no salen en los periódicos; luchan por la vida, por la felicidad, por ese otro mundo posible.
A mi familia, por luchar, siempre.
Sí, soy del montón. ¿Y qué pasa?
Qué pasa en Francia 3. Maruja Torres al aparato.
EL PAÍS - 10-11-2005
El profesor Debatini está de nuevo entre nosotros. Especula sobre el comportamiento violento de los jóvenes que se rebelan en las ciudades de Francia. La sociedad y los medios de difusión, perplejos. Será porque no han visto películas de Bertrand Tavernier; o porque no han mirado nunca a los ojos a los franceses de los barrios marginales. Profesor Perplejini, maestro Debatini: seamos serios. ¿De verdad pensaban que nadie, nunca, iba a levantarse? ¿Ni siquiera en Francia, la cuna de la Contestación (gran palabra del 68, infórmense sobre su sentido), de la Comuna, de la Revolución? ¿Creían que el Sistema (otra definición de entonces) no despertaría ira?
Llegados a este punto, Perplejini pregunta a Debatini (angustiados los dos): ¿Y quiénes son? ¿Son blancos, son negros, son café con leche? ¿Son islamistas o islámicos, musulmanes o musulmánicos? Etiquetemos, empaquetemos.
Y además, dice Debatini, carecen de ideología. No pertenecen a sindicatos, ni votan. Un momento: en estos tiempos, quemar un coche en vez de robarlo es una prueba de ideología tan sólida y válida como la que supone llamarles chusma. En mi opinión, mucho más prometedora. Quizá no los queman porque no pueden tenerlos, sino porque odian lo que representan.
Frente a la violencia de sus métodos, nosotros preferimos la calma sistemática, el estilazo a fuego lento con que se les viene negando aquello que se les prometió (liberté, égalité, fraternité) en las escuelas que ahora también incendian. Nos va más el savoir faire con que se les viene cancelando, a estos jóvenes hoy airados y revueltos, a esta chusma, toda posibilidad de esperanza, de futuro. La derecha que gobierna en Francia recortó los subsidios destinados a obras sociales hasta extremos exasperantes, pero lo hizo con guante de seda, con implacable finura.
¿Puede ocurrir aquí también? El mundo entero tiene el culo al aire. La tortura se deslocaliza como las fábricas y el empleo se subcontrata como la tortura. Algún día algunos no lo van a soportar más. Allons, enfants.
Qué pasa en Francia. 2.
08-11-2005
Crónica de la "intifada de los suburbios"
Flor Beltrán
Socialismo o Barbarie
Desde hace casi diez días en esta ciudad arden las cités (barrio popular con grandes edificios de alquiler regulado, propiedad del estado), que son guetos ubicados en los suburbios de París y otras ciudades, donde viven en la extrema pobreza la población proveniente de las ex colonias del imperialismo francés. Todas las noches, los jóvenes pobres y excluidos salen a la calle, se enfrentan a la policía e incendian automóviles, ómnibus, oficinas públicas, supermercados y otros negocios. En los últimos días, esta explosión de rabia social se está extendiendo a otras ciudades de provincia.
Qué pasa en Francia. 1.
Arde París
Anna Maria Merlo
Sin Permiso
Quienes no saben expresarse, encuentran desahogo en la violencia, pero es más sorda y más terrible la rebeldía que se acumula en quienes creyeron en la fábula del «ascensor social» mediante el estudio y hoy se hallan en el paro. O en la precariedad, si son afortunados (compartiendo aquí la suerte de otros jóvenes europeos, aunque falte un movimiento político capaz de canalizar esa rabia, en Francia como en otras partes)
NO SON «inmigrantes» quienes se rebelan en la periferia del gran París, sino jóvenes y jovencísimos franceses, de tercera generación, luego de que una chispa ha hecho estallar la rabia acumulada desde hacía tiempo. Estos jóvenes que incendian los autos de sus vecinos y que toman al asalto los símbolos del Estado –comisarías de policía, estaciones de bomberos, escuelas, gimnasios—y los símbolos del consumo –concesionarias de automóviles, oficinas bancarias, centros comerciales— no son la mayoría. Los que constituyen la mayoría, que or el momento tienen miedo y aguardan en casa, comparten sus motivaciones, ya que no el método. La muerte de dos de ellos, que un rumor rápidamente considerado plausible ha considerado víctimas de una persecución policial por supuesto –e inexistente— hurto, así como las irresponsables palabras del ministro del interior, que los describió al punto como "gentuza", no han hecho sino confirmar lo que ya sabían: que son juzgados a priori y sin pruebas como culpables. Es decir, que son ciudadanos de serie B, menos iguales que los demás en la patria que anuncia la egalité como una de sus divisas centrales.
No por casualidad, la consigna más recurrente en los barrios difíciles es la de «respeto». Exigen respeto a la policía, que en cambio interviene sin razón aparente y efectúa controles indiscriminados, mientras les deja a ellos inermes permitiendo que actúen impunemente bandas de vendedores de droga y verdaderos delincuentes. Exigen respeto a los empresarios, que no recatan sus recelos cuando los candidatos tienen nombres que suenan extranjeros. La discriminación existe en Francia, como lo demuestran las comprobaciones realizadas por Sos Racisme, incluso para acceder a las discotecas.
Pero es en el ámbito de la desocupación laboral donde más ha crecido esa discriminación. Esos jóvenes descendientes de obreros emigrados para trabajar en las fábricas de los años del boom, algunos de los cuales nunca han visto a sus progenitores levantarse de la cama para ir a trabajar, ya no saben a quién creer. El discurso oficial es de la «igualdad de oportunidades», que la escuela igual para todos debería garantizar. Pero sus escuelas son peores que las del centro de la ciudad; sus maestros, ni bien pueden, se largan en busca de aulas más calmas.
Un estudio ha revelado que la media de los chiquillos de la banlieue dominan un promedio de 400 palabras, mientras que sus coetáneos más afortunados disponen de un léxico de 2.500 palabras. Quienes no saben expresarse, encuentran desahogo en la violencia, pero es más sorda y más terrible la rebeldía que se acumula en quienes creyeron en la fábula del «ascensor social» mediante el estudio y hoy se hallan en el paro. O en la precariedad, si son afortunados (compartiendo aquí la suerte de otros jóvenes europeos, aunque falte un movimiento político capaz de canalizar esa rabia, en Francia como en otras partes). Ven como los caïd [jefes de bandas de delincuentes] se desplazan en grandes autos, único «modelo» real, mientras los pocos que se arriesgan se van de los barrios difíciles, como ha hecho ya la mayoría de los franceses de origen que han podido hacerlo.
Poco a poco se ido construyendo el ghetto, social y étnico, y hoy nadie puede asombrarse de que las reacciones sean de ghetizados: falta sólo que se extienda el repliegue identitario, que viene ya anunciado por la presencia de imanes radicales, aunque el fenómeno sea todavía incipiente. (Pero la confusión, conscientemente fomentada por la extrema derecha, entre inmigrantes y jóvenes franceses de origen inmigrante está ya creando un terreno abonado.) Y los políticos gobernantes, entretanto, libran entre sí una guerra banderiza, porque los tiempos de la política son cortos –tenemos las presidenciales de 2007—, mientras que los tiempos de la reconstrucción social son largos.
Traducción para http://www.sinpermiso.info/: Leonor Març
Anna Maria Merlo es la corresponsal en París del cotidiano comunista italiano Il Manifesto Il
Manifesto, 4 noviembre 2005
martes, noviembre 08, 2005
Contra la Coppe II
Al margen de ideologías, este manifiesto, que tiene origen en España (y no en Catalunya), va dirigido a todo el que comparta los sentimientos de rechazo hacia el personaje de Jiménez Losantos de la Cadena Cope, por su intolerancia, por su bombardeo de odio e insultos diarios hacia Catalunya y, sobre todo, por intentar crear un clima de enfrentamiento que ralla la violencia.
Por favor, entra en la web y fírmalo. Y pásalo al máximo de gente posible.
Nosotros, ciudadanos libres y preocupados por el clima político en que se está sumiendo poco a poco la sociedad española; demócratas convencidos; afines a diversas ideologías políticas a derecha e izquierda; creyentes y no creyentes, ateos y agnósticos, católicos y fieles de otras confesiones, nos dirigimos a la Conferencia Episcopal española para realizar las siguientes reflexiones:
1. El derecho a la información corresponde a todos y a cada uno de los ciudadanos y a la sociedad en su conjunto. La prensa, la radio y la televisión, así como quienes en ellos desarrollan su labor profesional son los mediadores de este derecho de la sociedad y tienen por ello una importantísima responsabilidad: contribuir a la formación de la opinión pública desde el ejercicio de la información.
2. La libertad de información es el contrapunto del derecho a la información. Si éste corresponde a los ciudadanos, la primera pertenece a los medios y a los periodistas. La correcta combinación de ambas es lo que da lugar a la una información realmente libre y eficaz. Sin el adecuado ejercicio de las libertades de información y expresión por parte de los periodistas y de los medios, la opinión pública queda secuestrada.
3. Sin renunciar en ningún caso a la libre expresión de sus ideas –que es derecho inalienable, pero también obligación ineludible, de los periodistas y de los medios de comunicación- los informadores deben tomar cierta distancia del objeto de la información para evitar implicaciones personales que les impidan realizar su trabajo con honestidad. Si la objetividad es inexigible por imposible, los ciudadanos sí podemos reclamar a quienes administran nuestro derecho a la información que lo hagan desde la honestidad y con veracidad, y que nos proporcionen todos los datos que necesitamos para formarnos libremente una opinión y poder comprender la actualidad.
Igualmente, estamos en situación de reclamar a los medios de comunicación y a los periodistas que no oculten los legítimos intereses que les mueven; que no utilicen prácticas propagandísticas para condicionar la formación de la opinión pública; que separen claramente la información de la opinión; que no empleen los medios de comunicación como instrumento meramente político; que no contribuyan a la división de la sociedad y al enfrentamiento entre los ciudadanos, y que no caigan en la difamación de las personas.
4. El Catecismo de la Iglesia Católica, entre su párrafos 2.493 a 2.499 se refiere al “uso de los medios de Comunicación Social”. En el párrafo 2.494, hablando del derecho de la sociedad a una información “fundada en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad” recuerda que “el recto ejercicio de este derecho exige que, en cuanto a su contenido la comunicación siempre sea verdadera e íntegra, salvadas la justicia y la caridad; además, en cuanto al modo, ha de ser honesta y conveniente, es decir, debe respetar escrupulosamente las leyes morales, los derechos legítimos y la dignidad del hombre, tanto en la búsqueda de la noticia, como en su divulgación”. Un poco más adelante, en el párrafo 2.497, el Catecismo señala que los responsables de los medios de comunicación “tienen la obligación, en su difusión de la información, de servir a la verdad y de no ofender a la caridad. Han de esforzarse por respetar con una delicadeza igual, la naturaleza de los hechos y los límites y el juicio crítico respecto a las personas. Deben evitar ceder a la difamación”. Más adelante, en el párrafo 2.498 se señala que “nada puede justificar el recurso a falsas informaciones para manipular a la opinión pública mediante los mass-media”, mandato que si bien se dirige a la “autoridad civil” es trasladable, sin duda, a los responsables de los medios de comunicación.
5. El programa La Mañana de la cadena COPE, dirigido por Federico Jiménez Losantos, se caracteriza por el insulto y la bronca permanente contra todo aquel que no sea adepto a sus posiciones, así como por su tono siempre crispado y tenso. Además, el periodista utiliza todos los días un programa de carácter informativo como su tribuna política personal. Cualquiera que escuche habitualmente La Mañana de la COPE reconoce sin dificultad el ánimo de crispar a la sociedad y de crear enfrentamientos, calificando permanentemente de cómplices del terrorismo y de enemigos de las víctimas a los partidos democráticos que apoyan al Gobierno de la Nación y a todas las organizaciones y personas que no coinciden con sus postulados. Rectores universitarios, cargos públicos, organizaciones políticas y sindicales, y últimamente hasta el filósofo Fernando Savater, icono de la resistencia cívica contra ETA, son cada mañana blanco del periodista.
6. Entre el legítimo derecho a la libertad de expresión –que no lo olvidemos, no pertenece en exclusiva a los periodistas, sino que es patrimonio de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas- y el abuso de este derecho poniéndolo al servicio de sus intereses ideológicos y políticos personales, aprovechando para ello una tribuna a la que tiene acceso para cumplir con las obligaciones profesionales que, como periodista, tiene contraídas con la sociedad, hay un trecho muy largo, y Federico Jiménez Losantos lo ha recorrido con creces.
Por otra parte, la práctica diaria que Jiménez Losantos hace del periodismo contradice todos los principios que sobre la comunicación social están recogidos en el catecismo de la Iglesia Católica y que hemos reseñado más arriba. Por todas estas razones, los firmantes de esta petición solicitamos a la Conferencia Episcopal Española que, sin necesidad de variar la línea editorial de la cadena COPE, y sin tener por qué renunciar a la realización todas aquellas críticas que crea necesarias al Gobierno de la Nación, a los partidos políticos que lo apoyan o a otras instancias o instituciones que considere criticables, desautorice la práctica profesional de Federico Jiménez Losantos y le retire de la dirección del principal programa informativo de la cadena COPE.
Mientras esto no ocurra, quienes firmamos esta petición, pertenecientes al más amplio abanico de sensibilidades políticas, culturales y religiosas y conscientes de que una parte muy importante de la audiencia de La mañana de la COPE procede de quienes, con curiosidad morbosa, sintonizamos la emisora de los obispos para escuchar los exabruptos y las andanadas matinales de Jiménez Losantos, procuraremos no hacerlo en el futuro, lo que ponemos en público conocimiento para que tomen buena nota de ello los anunciantes de su cadena.
¿Quieres firmar el manifiesto? Entra en http://www.royo-villanova.net/firmas y colabora.
jueves, noviembre 03, 2005
Sobrevivir a Leonor.
Independientemente de su adscripción monárquica o republicana, lo que es irrefutable es que la que se nos viene encima debido al nacimiento de la infanta en cuestión es torrencial, densa, y duradera. Por ello, me atrevo a sugerirles unos, espero, útiles e higiénicos consejos para escapar, momentánea o duraderamente, de la tormenta mediático-social que se vislumbra en el horizonte. Puede que no gane muchos amigos siguiéndolos, pero su salud lo agradecerá, sin duda.
El mejor método para librarse de la murga natalicia es salir del país durante una buena temporada. No es necesario irse muy lejos ya que, afortunadamente, estamos rodeados de repúblicas. Ahora bien, pueden aprovechar y matar varios pájaros de un tiro, haciendo un viaje a un destino más o menos exótico en busca de un poco de diversión carnal, buceo submarino, operación de cirugía estética, playa tostadora, o lo que les plazca.
Vaya al trabajo provisto de un reproductor musical portátil con sus correspondientes auriculares y no se los quite bajo ningún concepto. Excúsese alegando que sigue un revolucionario método de aprendizaje por inmersión auditiva del alemán, el japonés, o el mandarín, y no puede romper su karma educativo. Si el reproductor, además, es un iPod, molará mazo que te cagas, tío/a.
Acuda raudo a su proveedor habitual de DVD's y compre varias docenas de films y documentales surtidos, ya que de la televisión despídase por una buena temporada. Todo lo más, y si siente esa angustiosa pulsión motivada por el síndrome de abstinencia, podrá verla a altas horas de la madrugada, cuando se programe la Teletienda.
Deje de leer la prensa gratuita durante los próximos meses. El 92 % de su contenido informativo girará en torno al feliz acontecimiento.
Si sintoniza la radio, elija únicamente las emisoras 100 % musicales. Mejor si son esas que se limitan a programar las mismas 34 canciones apestosas de siempre. Incluso esa tortura es mejor que las tertulias radiofónicas en las que se vociferará a favor o en contra de una hipotética reforma constitucional motivada por el nacimiento de la infanta.
Compre inmediatamente un bate de béisbol. Actualmente, están a su disposición modelos realizados con ligeras aleaciones metálicas, pero tan contundentes y efectivos como los tradicionales manufacturados en madera.
Cuando acuda a cualquier reunión social y/o familiar no se olvide de llevar consigo el mencionado bate. En cuanto la conversación se centre en el nacimiento, ponga cara de psicótico homicida y golpee lenta y repetidamente la palma de su mano con el susodicho artefacto. Dudo que tenga que ir a muchos más eventos sociales después de aplicar esta sana medida disuasoria.
No vaya a la peluquería. No es imprescindible. Deje crecer sus cabellos natural y prolongadamente, o córteselos usted mismo con el DVD de las nupcias Felipe-Letizia.
En los establecimientos de distribución minorista y en las colas de las cajas de hipermercados y demás grandes superficies comerciales limítese a seguir el consejo número 2, aunque procure subir un 200 % el volumen del reproductor musical.
Deje de leer la prensa del corazón durante los próximos 37 años.
Si es usted usuario de IRC, incluya en su lista de ignore a todo aquel que utilice las siguientes cadenas de texto: leonor, infanta, princesa, letizia, felipe, heredera, y bisbal. Ya sé que Bisbal no tiene mucho que ver, pero ya que se pone...
No viaje a Asturias bajo ningún concepto. Y si vive allí, extreme el celo en la observancia de estos consejos.
Sé que el cumplimiento estricto de esta batería de medidas supone un gasto extra más que moderado, pero recapacite detenidamente. Su salud mental es lo primero y, además, la economía nacional -todos somos conscientes de ello- necesita ese empujón vigorizante de un multiplicado consumo privado. Sea usted solidario, pues.
Esto es un mero work in progress. Todas sus aportaciones y mejoras a este humilde texto son bienvenidas. Gracias por su atención y no olviden visitar nuestro bar.
(Extraído de http://aventuraspez.zoomblog.com/archivo/2005/10/31/consejos-para-sobrevivir-al-nacimiento.html)
Y para más información, visiten http://www.gorkalimotxo.net/covadonga/.
Contra la Coppe
La Cope, esa inquisición
Quienes no vivieron el encono dialéctico que precedió a la guerra civil tienen ahora, a través de la COPE, la oportunidad de escuchar en vivo y en directo el tono de unas soflamas parecidas a las de aquella época. Se debe creer que la COPE no busca un conflicto así, pero desgraciadamente lo parece. ¿Qué hace la COPE? Con frecuencia, insulta y descalifica groseramente a quienes no piensan como ella; le falta al respeto hasta a Rajoy cuando el locutor considera que afloja. Con frecuencia, manipula la verdad; sin ir mas lejos, esta misma semana ha relacionado a Montilla con los crímenes del GAL. Con frecuencia, azuza los peores instintos; sus jocosidades sobre el boicot anticatalán son intolerables. No ejerce la libertad de expresión: escupe. La Iglesia católica está detrás de la COPE. Deja hacer esas cosas y es culpable. Merece un desprecio activo. En este tema refleja las contradicciones que van vaciando los templos y estimula a que la gente se acuerde de la COPE al rellenar la declaración de la renta. Porque desde esta emisora, los obispos ejercen una versión moderna de aquella inquisición que nosotros nunca consideraremos santa, y aplican tormento, ahora mediático, a los presuntos herejes.
Ya era hora de que algún medio de comunicación con un mínimo de respeto por su profesión les alzara la voz, joder.
miércoles, noviembre 02, 2005
En memoria de Carlo
Se reanuda el juicio contra los policías acusados de agredir a 93 manifestantes en Génova
Efe.
La audiencia se ha celebrado en el Aula Bunker del Tribunal de Génova, presidida por el juez Gabrio Barone, y a la misma sólo ha asistido el dirigente de la policía nacional (PS) Carlo Di Sarro.Al igual que el resto de los imputados, también se han ausentado los muchachos agredidos que se constituyeron en acusación civil.
Los 29 agentes, muchos de ellos actuales dirigentes del antiterrorismo en Italia, están acusados de falsedad de documento público, calumnia, lesiones graves y abuso de autoridad.
Los hechos ocurrieron la noche del 21 de julio de 2001 en la escuela Díaz, cedida por el Ayuntamiento de Génova para que se alojaran grupos de los jóvenes llegados a la ciudad para protestar contra la cumbre del G-8 que se celebraba en esa ciudad. Mientras dormían, la policía irrumpió en el centro y detuvo a 93 personas, de las cuales 62 tuvieron que se atendidas en centros sanitarios de urgencias y 28 fueron hospitalizadas. Los jóvenes fueron encarcelados bajo la acusación de resistencia a la autoridad y asociación de malhechores. Cinco días después fueron liberados, al considerar los jueces que las detenciones eran ilegítimas.
En la tarde del 20 de julio el italiano Carlo Giuliani, de 23 años, murió al ser alcanzado por los disparos de un carabinero mientras participaba en una de las manifestaciones que acabó en violencia. Los antiglobalización denunciaron a los agentes, que pueden ser condenados, de ser juzgados, con penas que van de dos a seis años de cárcel.
La torta pedagógica
Hay gente que confunde progresismo con anarquía, y maltrato con disciplina. Tras trabajar varios años en el campo de la educación, considero que la ostia pedagógica debe ser el último e infrecuente recurso, pero un recurso que debe existir, del cual los padres deberían poder hacer uso.
Quizá no sea lo más políticamente correcto, ni cumpla las expectativas progres. Pero hay que trabajar en ese mundo para poder tener una opinión bien forjada del asunto.
¡Te daba así!
FERNANDO SAVATER
EL PAÍS - Opinión - 23-10-2005
La más impresionante y modélica hazaña educativa que conozco empieza con un buen cachete dado en su preciso y precioso momento. La joven Ana Sullivan llega a casa de Helen Keller, ciega y sorda (en apariencia también muda a sus siete años), para afrontar una tarea imposible, la instrucción de la niña, que, en opinión de todos, ni puede ni quiere comunicarse con los demás. En realidad, los padres de Helen no la contratan para que "eduque" a su hija -objetivo que consideran de todo punto inalcanzable-, sino para que se encargue de ella y la soporte, porque ellos ya no pueden aguantar más. El primer día de su nuevo trabajo comienza como una pesadilla para Ana Sullivan. A la hora del almuerzo familiar, Helen se niega a sentarse a la mesa, tira la servilleta, arroja la comida por el suelo y hostiliza de todas las maneras imaginables a la nueva institutriz. Los padres ruegan a Ana comprensión y tolerancia, resignación, ¡la pobre niña sufre tanto con sus limitaciones! Hay que dejarla a su aire... Si la señorita Sullivan hubiera sido una mujer acomodaticia, una simple empleada consciente de lo que se esperaba de ella y dispuesta a cumplir su parte del contrato, a cobrar y no meterse en líos, Helen no se hubiera sentado a la mesa ese día y hubiera muerto salvaje, incluso retrasada mental, como la suponían sus amorosos deudos. Pero Ana Sullivan era esa cosa heroica e insobornable, realmente inesperada: una auténtica maestra. De modo que ante el horror de los políticamente correctos padres, le soltó a la minusválida un fenomenal bofetón. Y Helen se sentó a la mesa, malcomió entre gruñidos y comenzó el arduo camino de su educación que la llevó muchos años después a poseer una envidiable cultura y a escribir un libro en el que agradecía aquel cachete valeroso de su maestra como el golpe de gracia que le salvó intelectualmente la vida.
Quede claro: no hay que maltratar a los niños ni se debe recurrir habitualmente por frustración o histeria -cuando no por sadismo- a los castigos corporales contra ellos. En circunstancias favorables (no digo "normales", porque lo realmente favorable rara vez es normal), los encargados de su buena crianza pueden enseñarles las pautas de convivencia a base de la persuasión y del ejemplo. Pero los educadores son humanos y precisamente esa humanidad es lo que deben transmitir a sus pupilos. Es importante que el niño conozca que hay límites que no se deben transgredir porque entonces puede perderse la relación amistosa incluso con quienes más nos quieren. Cuando uno se salta las luces rojas tropieza con un cachete como quien va sin frenos y con los ojos vendados puede chocar contra un muro. También en el terreno educativo existe a su modo el habeas corpus: somos de carne y hueso, y detrás de nuestras normas, de las pautas de respeto y cortesía, de las leyes de la civilización, están los empellones y garrotazos, cuando no algo peor. Los niños pequeños están recibiendo el mundo de sus mayores, mientras la propia naturaleza (con sus golpetazos, chapuzones y quemaduras) les va enseñando que no todo gesto queda sencillamente impune. Como cantaba Georges Brassens con ocasión de una señora de trasero voluminoso que se lanzó a bailar con frenesí y acabó dolorosamente sentada sobre la pista: "La ley de la gravedad, madame, es dura pero es la ley". También detrás de las leyes humanas hay un topetazo físico que pretendemos evitar: el cachete puede ser en ocasiones un atisbo aleccionador que vacune contra futuras transgresiones que desembocarán en reconciliaciones más difíciles. Pasada la indignación rebelde del momento, cualquier niño sano puede comprender la diferencia entre unos padres exasperados hasta el límite de su paciencia (pero dispuestos inmediatamente a perdonar y acariciar) de otros predispuestos por incapacidad o vicio a la agresión. Precisamente porque sabe que sus mayores no son propensos a la violencia, el neófito es capaz de comprender al reflexionar sobre lo ocurrido que ciertos comportamientos despiertan la violencia allí donde no la había ni tenía por qué haberla. Ninguna bofetada sustituye a la persuasión, pero alguna -en la ocasión y el momento adecuados- puede servir de aldabonazo para que las razones persuasivas sean mejor atendidas.
En todos los continentes, especialmente en los países del llamado Tercer Mundo, millones de niños padecen maltrato. Nunca ven acercarse a ellos a los adultos más que con malas intenciones: no para jugar o instruirles, sino para esclavizarles como trabajadores a destajo, objetos sexuales o minúsculos soldados de guerras que no pueden ni deben comprender. Es el peor de los pecados, el motivo que justificaría otra lluvia de fuego sobre nuestra civilización en tantos aspectos desalmada. También en los países democráticos y desarrollados a menudo los más pequeños pagan en la intimidad del hogar agobios y frustraciones de quienes deberían cuidarles con la alegría que hace madurar. Pero no menos dañino a la larga es que crezcan en la falsa tolerancia de quienes no saben o no quieren enseñarles las restricciones que impone -sí: impone- la convivencia civilizada. De tal modo que luego, en la adolescencia, se conviertan en perturbadores asilvestrados que ni estudian ni permiten el estudio de los demás en las escuelas o que pasen su tiempo persiguiendo en jauría a sus compañeros o maltratando a las chicas, como entrenamiento de lo que mañana harán con sus parejas. Les cuento un caso vivido: sesión de tarde en un cine de estreno, en San Sebastián. Un machito de unos doce años martiriza groseramente a la niña que le acompaña, a la que entre bromas y veras le está dando una auténtica paliza. Los adultos circunstantes miran con embarazo y comentan con desagrado, pero no mueven un dedo. Hasta que una señora joven y bien plantada se levanta y le arrea un sopapo al botarate, diciendo enérgicamente: "Eso, para que aprendas que siempre habrá alguien más fuerte que tú". A partir de ese momento, paz en la platea. No, claro que no se debe pegar a los críos. Casi nunca.
martes, noviembre 01, 2005
Se nos van. Capítulo 1.
Se nos van los genios.
Extraído de http://www.cronica.com.mx/:
Muere Rosa Parks, la mujer que detonó en EU la lucha por los derechos civiles al negarle en 1955 su asiento a un blanco
El cansancio y mucho coraje fueron suficientes para cambiar la historia. Ayer murió Rosa Lee Parks de 92 años por causas naturales, por lo que políticos y dirigentes de los derechos civiles rindieron homenaje a la menuda mujer negra cuyo desafío, hace medio siglo, a las leyes segregacionistas fue la chispa que encendió un movimiento que cambió la faz de Estados Unidos. El 5 de diciembre de 1955, en un autobús del transporte público en Montgomery, Alabama, Parks, entonces una costurera, desafió las leyes promulgadas después de la guerra civil (1861-1865) que limitaban los sitios y servicios que podían usar los afroamericanos. Cuando un hombre blanco le dijo a Parks que le dejara su asiento en el ómnibus, la mujer se negó a moverse, y por ello fue arrestada, enviada a la cárcel y multada con catorce dólares. Parks era miembro activo de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP). Su detención ocasionó un boicot de 381 días contra el sistema de transporte público organizado por un pastor baptista entonces poco conocido, Martin Luther King, quien ganaría el premio Nobel de la Paz en 1964 por su labor en favor de los derechos civiles. Esos actos contra el transporte público ocurrieron un año después de que el Tribunal Supremo de Justicia de EU dictaminara que la segregación de blancos y negros en las escuelas era inconstitucional y marcó el comienzo del movimiento por los derechos civiles. El desafío pacífico de las leyes injustas, con riesgo personal por parte de Parks, y la elección de la desobediencia civil como táctica por parte de King confirieron al movimiento un fervor religioso y una superioridad moral que conmovieron al mundo. Homenaje. Ayer el propio presidente estadunidense, George W. Bush, declaró que “el coraje de esta humilde costurera conmovió a millones y le ganó para siempre un lugar en el corazón de los estadunidenses”. “Nos apena el fallecimiento de Rosa Parks, pero nos regocijamos de su legado, que jamás morirá”, señaló por su parte Jesse Jackson, dirigente pro derechos civiles, “En muchos sentidos, la historia se divide en antes y después de Rosa Parks. Ella se quedó sentada para que nosotros pudiéramos ponernos de pie, y los muros de la segregación se derrumbaron”. “El suyo fue un tremendo acto de coraje”, dijo el profesor Edward Smith, de la American University, quien tenía 12 años cuando Parks rehusó ceder su asiento, “y la forma en que lo hizo, un acto de desobediencia pero de una manera serena, marcó al movimiento durante una década, un movimiento de protesta pacífica”. En tanto, el senador Edward Kennedy, del Partido Demócrata, señaló “el país ha perdido a una mujer valiente y una verdadera heroína estadunidense”. Mientras que el jefe del mayoritario Partido Republicano en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, describió a Parks como “una mujer que cambió nuestra nación”. Parks falleció el lunes, a los 92 años, por causas naturales en su casa en Detroit, en el estado de Illinois, informó Gregory Reed, un abogado que la había representado durante los últimos quince años. Sencilla. En su autobiografía, Parks escribió que “algunas personas han dicho que no dejé el asiento porque estaba cansada. No es así, era una mujer joven y no estaba más cansada que al término de cualquier otro día de trabajo”. “De lo que sí estaba cansada era de ceder siempre”, añadió; “cuando me arrestaron, yo no tenía idea de que eso iba a causar todo un movimiento”. Pese a su postura callada y serena, la mujer consiguió abanderar todo un movimiento que la siguió el resto de su vida, al grado de que en 1998 el Congreso de Estados Unidos le otorgó la Medalla de Honor, que es la principal condecoración que el Legislativo otorga a civiles. Medio siglo después de aquel 1955, el profesor Smith asegura: “los problemas que tenemos los negros son problemas creados por nosotros mismos: alto índice de criminalidad, las adolescentes embarazadas, la disolución familiar, pero no son resultado del racismo”. * La pionera que nunca se rindió En la Alabama de los años 50, la que había luchado un siglo antes contra el Norte para mantener la esclavitud y la misma donde aún hoy es fácil encontrar blancos que mencionan con orgullo la bandera confederada, símbolo racista, los negros quedaban confinados en las escuelas, los lavabos y los transportes a los sitios para colored. No se trataba de mera segregación, sino de discriminación por ley, donde los peores barrios, los peores servicios, las peores casas y hasta las peores sillas les tocaban a quienes tenían la piel más oscura. Parks decidió una tarde de invierno de 1955 desafiar a toda aquella cadena de discriminaciones con el simple detalle de no moverse de su asiento con tal de ceder el lugar a un blanco. James Blake, que conducía aquel camión, llamaba putas a las afroamericanas y ya había echado a Rosa de su autobús 10 años antes. El 1 de diciembre, después de un largo día de trabajo en los grandes almacenes del centro. A la tercera parada, había un blanco de pie. “¡Todos, necesito esos lugares!”, gritó el conductor a Rosa y a otras tres personas negras de su fila. Tras varios alaridos furiosos del conductor, los compañeros de Rosa se movieron en silencio hacia atrás, pero ella permaneció inmóvil mirando por la ventanilla el cine de enfrente, donde proyectaban el western A Man Alone (Un hombre solo). Blake se puso delante de ella y, amenazante, le espetó: “¿Te vas a levantar? “Rosa tan sólo contestó: “No”. Blake, impaciente, aunque algo confundido, replicó: “Voy a hacer que te arresten”. Y la respuesta de Rosa fue más decidida,: “You may do that” (“Podrías hacerlo”).
Siempre creí que la revolución, el mundo mejor, los pasos que cambien la historia vendrán de manos de una mujer. Negra, además.
Y encima, se nos va también Eduardo Haro Tecglen. Qué asco.