sábado, mayo 27, 2006

La frase de la semana

BSO: Tajabone, de Ismael Lö.

"Una es más auténtica cuando más se parece a lo que ha soñado de sí misma..."

La Agrado. De la película Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar.

miércoles, mayo 24, 2006

¡Bravo, David!





Están ahí, creo que sí


En esta hora en algún lugar hay un joven que se despierta con resaca. Bebió demasiadas cervezas anoche. Ni sabe muy bien por qué ni le sirvieron del todo para sus fines. Sigue atenazada dentro de él una inextirpable sensación de fracaso, de insatisfacción. Puede que hoy lea una novela, se vaya al cine, hojee un periódico o repase el temario de la facultad. Es seguro que oirá música, quizá dedique al ordenador un rato. Puede que tenga una pareja que le haga caso o algunos amigos que le arrastren a salir. O puede que no. En bastantes lugares habitan jóvenes que ni se parecen a lo que dicen de ellos. Puede que no tengan ganas ni de discutir ni tratar de explicarle a la autoridad, ya sea política, familiar, o social, lo que de verdad son, porque aún a lo mejor ni lo saben. Tampoco tienen ganas de explicar por qué no pisan las discotecas de moda o los locales de éxito y prefieren la calle o un bar tirado a ese tertuliano que soflama contra los jóvenes adocenados españoles seguramente después de haberse pulido un buen whisky que costea con su inútil oficio. Es alguno de esos jóvenes que no se reconoce en las encuestas, es ese que es capaz de lo mejor y lo peor, y lo sabe, y sólo está probando a encontrarse. Ese joven que no responde a diseños sociológicos ni a estudios de mercado, el que va por libre, el que se despeñará o encontrará su sitio sólo en función de sus méritos y algo de suerte.

A lo que no responde, de eso estoy seguro, es a esa dictadura del gusto que ahora se impone cada viernes desde esos suplementos juveniles de los periódicos que atufan a moderno, superficial y gilipollas. Esa marca de tendencia que les dice cuál es el músico bueno y cuál el malo, cómo se tienen que peinar el flequillo o marcar bíceps, qué película les tiene que gustar y les convence de que goodbye suena mejor que adiós. Hasta se atreve a exigirles una sexualidad en pose moderna y cateta, porque a menudo ambas cosas viajan juntas. Es el joven que descubre la libertad cuando se sorprende pensando por sí mismo por más callado que se quede. Es ese tipo raro que no se envuelve en banderas ni forma parte de un grupo que decide por él. Hace rato decidió que para tener personalidad no hace falta alistarse en alguno de los ejércitos que ahora pululan por la calle, que se niega a que su ropa o su peinado hablen por él antes que le dejen abrir la boca y sabe que una ideología se conforma con los años y no con cuatro toscas consignas.

Sí, claro, puede que sean pocos, una minoría que se refugia en el silencio porque carece de la convicción para declarar la guerra todavía, pero un día ocuparán su sitio sin escudarse en justificaciones vanas aprendidas del lloriqueo victimista y quejita de sus mayores y sin la presuntuosa afirmación de unos supuestos derechos de sus compañeros. Callan pero no otorgan. Salen pero vuelven a casa. Escuchan pero no asienten. Piensan pero casi no existen. Se emborrachan pero los ratos que están sobrios lo están a conciencia. Compran, pero no se venden. Ayudan, pero no se promocionan. Huyen porque sólo saben donde no quieren estar. Y no aceptan palmaditas en la espalda ni retos estúpidos. Y de vez en cuando deciden por sí mismos y el placer que les produce se va asentando en ellos hasta algún día convertirse en hábito. Y entonces se sentirán liberados de la abstracción de ser joven, de la condena de los opinadotes, del yugo de los gustos impuestos y de la hermandad de los modernos por decreto.

Son más de lo que tú te crees.




DAVID TRUEBA

domingo, mayo 21, 2006

He vuelto.

(BSO: Ven, de Amparanoia)

Para saludar, sólo. (uy, según las nuevas normas de la RAE, --que sólo conocen ellos y promulgan para ellos, y luego se quejan de que la gente escribe mal... tócate aquéllo--, este sólo debería ir sin acento, pero como que las reglas están para saltárselas, pues lo pongo con acento porque me sale de las narices)

La semana ha ido bien. A veces me siento un poco florero monísimo delamuerte (no os creais que soy nada fuera de lo normal, pero es que en las redacciones están hartos de ver a las de siempre y cuando entra una nueva no dejan de pasearse a tu alrededor cual abejorro en celo), pero son cosas de ser novata en los curros. Además, tengo suerte porque mis compis me tratan muy bien y mi jefe (el nuevo, un tipo con nombre que hace gracia y cara de buena persona) se parte la caja conmigo. Bueno, en realidad se la parte de mí. Pero no importa: es el jefe, y al jefe, cuando no lo conoces lo suficiente, hay que perdonárselo todo.

Esta semana empieza mi periplo nocturno. Va a ser duro, muy duro, lo sé. Además, tengo anginas, lo cual puede ser ya el colmo. Pero bueno.

Sobreviviré.

Por cierto, el Barça fue campeón de la Champions. Es dificil explicar cómo se vive un partido así trabajando en un periódico. Aunque no te guste el fútbol (lo cual no es mi caso), acabas medio loco y haciendo porras con los de deportes (ah, también he confirmado que es verdad el tópico de que los de deportes son unos salidos). Pues si te gusta el fútbol y eres culé, ya flipas. Bueno, es que hasta lloras. Sobre todo cuando te llaman desde Londres para decirte que uno de tus amigos se está bañando en el Támesis para celebrar la visctoria, siguiendo el (mal) ejemplo de gaspart.

Es para llorar.

Pero bueno, ganó el Barça y gané la porra. Lo celebramos muy mucho. Muuuuuuucho. Ese mismo día, el míercoles por la noche. Ayer me llevé a MPF (mi persona favorita) a cenar a una marisqueria con el dinero de la porra. Luego fuimos al cine, a ver El Código Da Vinci, libro-peli-fenómeno del que me gustaría hablar con más calma, cuando tenga tiempo.

La semana ha acabado hoy, al solecito, jugando partidillos de básquet.
Una semana perfecta.

A ver cómo empieza esta. Deseádme suerte!!



De todas maneras, valdrá la pena recordar esas madrugadas en las que volvía sola (ahora nunca, nunca vuelvo sola a casa, afortunadamente; MPF siempre está a mi lado). No me irá mal un poco de soledad y espavilamiento. Hace poco lo hice. Volví de Barcelona y me bajé a dos calles de mi casa. Esa noche era la culminación de una mala semana, y mis amigos de Barcelona se preocuparon de abrirme en canal, diagnosticarme, pegar los trocitos rotos y cerrar, otra vez, con cariño. Todo con cariño. Así que me bajé del taxi, respiré y paseé (lo hago muy poco: yo no paseo, yo corro, siempre). Había luna llena, todo estaba en silencia, hacía calorcito y todo olía a tierra removida y a jazmín... Estaba tan a gusto que no me dí cuenta de que esa fue, probablemente, la primera vez que me sentí feliz en toda la semana...

Pues esta semana, igual. A disfrutar.


Ah, ya corren rumores sobre los grupos que van a venir este año a las alternativas... si fuera verdad la tesis de anita, qué gozo...

Por cierto, no sé si alguien se ha dado cuenta de que he cambiado el contador... debíamos de llevar ya un par de centenares de visitas en la web, pero de un día para el otro, los de good counter dejaron de existir... así que he puesto otro, naranjita y simpático.

La lupa que anda por ahí son los usuarios que ahora mismo están viendo la güeb. Yo nunca he visto a más de uno; es decir, yo. El día que vea un número dos en la lupita montaremos una fiesta llena de alegría y perversión.

Estais todos invitados.

Buenas noches, y buena suerte.