martes, noviembre 01, 2005

Se nos van. Capítulo 1.


Se nos van los genios.

Extraído de http://www.cronica.com.mx/:


Muere Rosa Parks, la mujer que detonó en EU la lucha por los derechos civiles al negarle en 1955 su asiento a un blanco



El cansancio y mucho coraje fueron suficientes para cambiar la historia. Ayer murió Rosa Lee Parks de 92 años por causas naturales, por lo que políticos y dirigentes de los derechos civiles rindieron homenaje a la menuda mujer negra cuyo desafío, hace medio siglo, a las leyes segregacionistas fue la chispa que encendió un movimiento que cambió la faz de Estados Unidos. El 5 de diciembre de 1955, en un autobús del transporte público en Montgomery, Alabama, Parks, entonces una costurera, desafió las leyes promulgadas después de la guerra civil (1861-1865) que limitaban los sitios y servicios que podían usar los afroamericanos. Cuando un hombre blanco le dijo a Parks que le dejara su asiento en el ómnibus, la mujer se negó a moverse, y por ello fue arrestada, enviada a la cárcel y multada con catorce dólares. Parks era miembro activo de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP). Su detención ocasionó un boicot de 381 días contra el sistema de transporte público organizado por un pastor baptista entonces poco conocido, Martin Luther King, quien ganaría el premio Nobel de la Paz en 1964 por su labor en favor de los derechos civiles. Esos actos contra el transporte público ocurrieron un año después de que el Tribunal Supremo de Justicia de EU dictaminara que la segregación de blancos y negros en las escuelas era inconstitucional y marcó el comienzo del movimiento por los derechos civiles. El desafío pacífico de las leyes injustas, con riesgo personal por parte de Parks, y la elección de la desobediencia civil como táctica por parte de King confirieron al movimiento un fervor religioso y una superioridad moral que conmovieron al mundo. Homenaje. Ayer el propio presidente estadunidense, George W. Bush, declaró que “el coraje de esta humilde costurera conmovió a millones y le ganó para siempre un lugar en el corazón de los estadunidenses”. “Nos apena el fallecimiento de Rosa Parks, pero nos regocijamos de su legado, que jamás morirá”, señaló por su parte Jesse Jackson, dirigente pro derechos civiles, “En muchos sentidos, la historia se divide en antes y después de Rosa Parks. Ella se quedó sentada para que nosotros pudiéramos ponernos de pie, y los muros de la segregación se derrumbaron”. “El suyo fue un tremendo acto de coraje”, dijo el profesor Edward Smith, de la American University, quien tenía 12 años cuando Parks rehusó ceder su asiento, “y la forma en que lo hizo, un acto de desobediencia pero de una manera serena, marcó al movimiento durante una década, un movimiento de protesta pacífica”. En tanto, el senador Edward Kennedy, del Partido Demócrata, señaló “el país ha perdido a una mujer valiente y una verdadera heroína estadunidense”. Mientras que el jefe del mayoritario Partido Republicano en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, describió a Parks como “una mujer que cambió nuestra nación”. Parks falleció el lunes, a los 92 años, por causas naturales en su casa en Detroit, en el estado de Illinois, informó Gregory Reed, un abogado que la había representado durante los últimos quince años. Sencilla. En su autobiografía, Parks escribió que “algunas personas han dicho que no dejé el asiento porque estaba cansada. No es así, era una mujer joven y no estaba más cansada que al término de cualquier otro día de trabajo”. “De lo que sí estaba cansada era de ceder siempre”, añadió; “cuando me arrestaron, yo no tenía idea de que eso iba a causar todo un movimiento”. Pese a su postura callada y serena, la mujer consiguió abanderar todo un movimiento que la siguió el resto de su vida, al grado de que en 1998 el Congreso de Estados Unidos le otorgó la Medalla de Honor, que es la principal condecoración que el Legislativo otorga a civiles. Medio siglo después de aquel 1955, el profesor Smith asegura: “los problemas que tenemos los negros son problemas creados por nosotros mismos: alto índice de criminalidad, las adolescentes embarazadas, la disolución familiar, pero no son resultado del racismo”. * La pionera que nunca se rindió En la Alabama de los años 50, la que había luchado un siglo antes contra el Norte para mantener la esclavitud y la misma donde aún hoy es fácil encontrar blancos que mencionan con orgullo la bandera confederada, símbolo racista, los negros quedaban confinados en las escuelas, los lavabos y los transportes a los sitios para colored. No se trataba de mera segregación, sino de discriminación por ley, donde los peores barrios, los peores servicios, las peores casas y hasta las peores sillas les tocaban a quienes tenían la piel más oscura. Parks decidió una tarde de invierno de 1955 desafiar a toda aquella cadena de discriminaciones con el simple detalle de no moverse de su asiento con tal de ceder el lugar a un blanco. James Blake, que conducía aquel camión, llamaba putas a las afroamericanas y ya había echado a Rosa de su autobús 10 años antes. El 1 de diciembre, después de un largo día de trabajo en los grandes almacenes del centro. A la tercera parada, había un blanco de pie. “¡Todos, necesito esos lugares!”, gritó el conductor a Rosa y a otras tres personas negras de su fila. Tras varios alaridos furiosos del conductor, los compañeros de Rosa se movieron en silencio hacia atrás, pero ella permaneció inmóvil mirando por la ventanilla el cine de enfrente, donde proyectaban el western A Man Alone (Un hombre solo). Blake se puso delante de ella y, amenazante, le espetó: “¿Te vas a levantar? “Rosa tan sólo contestó: “No”. Blake, impaciente, aunque algo confundido, replicó: “Voy a hacer que te arresten”. Y la respuesta de Rosa fue más decidida,: “You may do that” (“Podrías hacerlo”).




Siempre creí que la revolución, el mundo mejor, los pasos que cambien la historia vendrán de manos de una mujer. Negra, además.

Y encima, se nos va también Eduardo Haro Tecglen. Qué asco.

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