sábado, agosto 27, 2005
Viajar
Viajar.
Asimilar horizontes. ¿Qué importa si el mundo
es plano o redondo?
Imaginarse como disgregado en la atmósfera,
que lo abraza todo.
Crear visiones de lugares venideros y saber
que siempre serán lejanos,
inalcanzables como todo ideal.
Huir lo viejo.
Mirar el filo que corta un agua espumosa
y pesada.
Arrancarse de lo conocido.
Beber lo que viene.
Tener alma de proa.
Ricardo Güiraldes
Viajar enriquece el cerebro, alimenta el alma y despierta mentes.
Abre horizontes, desnuda conductas y dibuja ilusiones.
Alumbra carcajadas.
Cocina sueños.
Viajar es poesía.
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